La joven chilena Romina Pistolas narra, en su novela de autoficción, la experiencia de haberse convertido en stripper, un oficio que la animó a ser más osada y a desnudarse no solo en el baile sino también en el papel.
Noticia Anterior

Se realizó un encuentro de atletismo adaptado para la población infantil con TEA

Noticia Siguiente

ROBO, RECUPERO Y APREHENSIÓN EN FLAGRANCIA