Su impacto se percibe en todos los ámbitos del consumo, aunque los efectos son más graves en la energía. Los expertos creen que la situación se moderará en la segunda mitad del año, pero todo apunta a que los precios continuarán altos por la ralentización económica o incluso recesión, de la que cada vez se habla más.
Noticia Anterior

La guerra en Ucrania golpea la economía europea: inflación, huelgas y temor a recesión

Noticia Siguiente

ROBO, RECUPERO Y APREHENSIÓN EN FLAGRANCIA