En una trama desarrollada en tiempos del 1 a 1, convivieron billetes estadounidenses apócrifos, un agente de la SIDE, un reputado falsificador, un hampón de poca monta, el dueño de la discoteca más convocante del Oeste y varios cadáveres.
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Con una guitarra, una armónica y su voz, Bob Dylan comenzaba a forjar su destino

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ROBO, RECUPERO Y APREHENSIÓN EN FLAGRANCIA